Los jardines verticales son una solución sostenible para mejorar la eficiencia energética de los edificios.
Al aprovechar al máximo los recursos naturales disponibles, permiten reurbanizar zonas urbanas enteras, reduciendo drásticamente la contaminación atmosférica y mejorando la salud de los ciudadanos.
Diseñar estructuras teniendo en cuenta las nuevas tecnologías de vegetación vertical y diseño biofílico puede reducir significativamente el consumo de energía.
De hecho, en todo el mundo, el uso de la energía es la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes cancerígenos debidos a la actividad humana.
Los edificios con jardines verticales necesitan menos energía y pueden mantenerse con una cantidad mínima de energía renovable.
Ahorrar energía en los edificios no sólo beneficia a nuestras facturas energéticas, sino también a las consecuencias medioambientales del uso de combustibles fósiles, ya que se ahorran elementos como el carbón y el petróleo.
En los últimos años, Green Habitat se ha dedicado a la creación de productos innovadores y sostenibles, cuyo principal objetivo es mejorar el confort y el bienestar en los entornos en los que vivimos, dando a la naturaleza la oportunidad de crecer donde habría sido imposible.
El nuevo sistema Wall Green Hydro, producido y patentado por Green Habitat, representa una nueva frontera para la construcción sostenible, permitiendo revestir cualquier superficie anclando directamente sobre ella sin predisposiciones, creando una fachada ventilada.
El sistema modular ofrece una gran adaptabilidad de diseño, disponible en diferentes formatos que, combinados, permiten desarrollar grandes superficies, o alternar con otros revestimientos para crear incluso pequeñas porciones en la fachada.
Wall Green Hydro es la solución ideal para la mejora energética y medioambiental de los edificios y ayuda a alcanzar las clases energéticas deseadas.
Gracias a estas innovaciones, tenemos la oportunidad de minimizar el impacto que tienen los edificios en la contaminación atmosférica, creando pulmones vegetales en las ciudades donde vivimos, mejorando las condiciones de vida de las personas y reduciendo la polución que está dañando irreparablemente nuestro planeta.
Desde pequeños nos han enseñado que las plantas convierten el CO2 en oxígeno, pero en realidad hacen más que eso.
Actúan como filtros naturales y liberan el aire de toxinas y contaminantes como las partículas, de las que siempre oímos hablar como un gran peligro en nuestras ciudades.
Un ejemplo son los famosos «cañones urbanos», donde entre una calle y otra los edificios atrapan los contaminantes producidos por el tráfico de vehículos y los sistemas de calefacción alimentados con combustibles fósiles. El verde vertical puede mejorar radicalmente la situación al purificar el aire y atrapar las sustancias tóxicas y las partículas finas, que se eliminan del aire que respiramos, mejorando nuestra salud.